lunes, 18 de mayo de 2009

Los Arencados



Combarro pueblo de pescadores. Desde su formación como tal se sabe que siempre fue un pueblo de gente de mar. Tanto de hombres pescadores como navegantes, puesto que, sabemos que en el año 1630 unos navegantes que regresaron de barcos portugueses, trajeron la peste a Combarro y el Grove, causando un gran desastre de mortandad entre sus gentes.
Se cree que en el año 400 ya era un pequeño pueblo, puesto que en el 700 ya hay datos de sus gentes como marineros pescadores.
En el año 1100 Combarro se conocía como un buen puerto, pero serían en los años de 1450 cuando aparecen documentos de disputa con el puerto de Pontevedra, por las ventas y arencados de la sardina que pescaban en la ría.
El volumen de pesca en Combarro era enorme, comparándolo con los demás puertos de entonces: Portonovo, Bueu, Marín, La Moureira y Raxó.
De los 170 millones de cientos de sardina que se pescaba en un año, setenta eran de Combarro. ( La sardina hasta el año 1963 se vendía por docena )

Para competir con el puerto de Pontevedra sobre los salazones y arencados que mandaban a diario a otras regiones de España e Italia, Combarro tenía que prepararse para ese menester y entonces deciden, que lo mejor, es hacer en las casas los propios arencados de sardina que los galeones pescaban con las artes del “xeito” y “cercos”.

El salazón más importante era el de la zona de la Gurita, hoy es un hermoso restaurante de nombre Peirao de Rial.
Entre los muchos bajos de las casas de la zona del Mar, destaca el de una casa en la playa de la Rúa. Esta casa, tiene una localización privilegiada por ser la única que está encima de la playa. Creo que fue la primera que se construyó a donde llegaba el mar con marea llena.
Los propietarios de esta casa se fueron para Buenos Aires en el año 1932. En una escritura antigua que encuentran los propietarios actuales, observan que esta casa tenía un valor de siete pesetas, cinco de plata y dos de papel.
En 1950 era la escuela de los hombres y estaba dividida en dos zonas; la mitad hacia el balcón estaba ocupada por niños de ocho a once años , y la otra mitad era para niños de hasta catorce o quince años que terminaban los estudios.

Hace dos años los nuevos propietarios reparan la casa , y entonces aprovechando esa oportunidad fotografío la bodega donde se sabe que era el sitio de hacer el salazón. Allí aun se veía restos de caños de piedra y formas de haber trabajado el pescado.
Según sé de comentarios de los hombres mayores del pueblo. Esa casa era la más importante porque estaba en un sitio estratégico para realizar los arencados. Los barcos cargados de sardina varaban a su lado y las mujeres eran las encargadas de elaborar el pescado en la misma arena, facilitando de esa forma un espacio de elaboración donde trabajaban muchas mujeres del pueblo. En el mismo mar lavaban y preparaban los cestos de sardina para luego vender por el pueblo y alrededores, llegando hasta la zona del Salnés.
En algunas casas de la calle del Mar cuando sus propietarios ,hace unos años, deciden renovarlas, descubren zonas de trabajo de salazón o pozos, en la misma piedra del suelo.