lunes, 1 de abril de 2013

Poesia



Colón, el navegante.            
Un valiente y atrevido
sale de Poyo un día
descalzo, mal humorado,
en carro hasta Sevilla.

De equipaje su mochila
con compás de media luna
salvo un cristal sin las puntas
y de cartas solo una.

Se despide de Combarro
 y también de Pontevedra
no quiere llevar rosarios
 ya tiene cartera llena.

Desde Huelva  hasta Palos
los hombres sueñan con velas
no piensan marcar  los vientos
creyendo es llana la tierra.

En su casa en Portosanto
donde los hombres son pocos
les lloran al recordarle
los que embarcan son los locos.

Navega tú marinero
solo con velas cuadradas.
Siendo de popa a estribor
el mar se queda más calma.